Cuando papá no está

Estanjano no está, se ha ido lejos a trabajar, a otra comunidad para ganar perras en estos tiempos difíciles. Nos echamos mucho de menos, es dura la situación para ambos; él porqué está lejos, sobretodo de los niños, y yo porqué me he quedado con ellos, la perra, el negocio y la casa.

Necesito escribir, robándole minutos a la noche, al sueño y a los ratos muertos del bar. Hace una semana que se ha marchado y yo estoy muerta de cansancio, tanto mi cuerpo como mi mente. Cuando estás sola con todo el “follón” piensas en esas mujeres, mamás, que sacan solas a una familia, te preguntas en como lo hacen, como descansan y como siguen adelante.

Las mañanas no son muy distintas, levantar a los niños, vestir a estanjanita (por suerte, estanjanito es muy independiente, aunque hay que ir detrás para que no se entretenga), bajar al bar (una ventaja poder trabajar y vivir en el mismo edificio), darles el desayuno, preparar el tentempié de estanjanito y para el cole. No es lo mismo ir con un niño que con dos, estanjanita va como un saco de patatas, pero se lo pasa de maravilla al ver a tantos niños en el cole. Después vuelta para el bar a hacer la tortilla de patatas, para que salga perfecta, a veces, me tensa porqué quiero que les guste a mis clientes. En seguida se hace hora de abrir, así que saca mesas y sillas a la terraza, prepara los granos de café, la leche que esté fresquita, todo limpio e impecable para ofrecer el mejor servicio.

En el momento de meter la llave en la puerta es cuando realmente empieza la acción, me esperan mínimo 12 horas de trabajo en barra, intentando siempre una sonrisa, rapidez y buen hacer. Entretanto tengo que hacer comida y cena, pensar en algo que no me suponga estar mucho rato en la cocina para no dejar la barra vacía, aunque aprovecho cuando hay alguien de confianza, un buen amigo, para en el bar en  horas que sabe que lo puedo necesitar.

Estanjanita “trabaja” conmigo, aunque hemos acondicionado el bar con trona, parque y demás artilugios para que sea una casa para ella. Se lo pasa genial cuando le dicen cosas y cuando algún amigo le da un paseo. Cuando estanjano está, las tardes las dedico a la casa y los niños, pero sin él no queda otra.

La hostelería es esclava, ya lo sabía y era consciente, pero el plan no era este, así. Hay días en los que me siento encadenada a la barra, apenas salgo de estas cuatro paredes y se hace difícil continuar en algunos momentos.

Por suerte, mi cuñado va a recoger a estanjanito a la salida del cole, ese momento lo espero con locura, cuando entra estanjanito corriendo es como un golpe de aire fresco, somos muy cómplices, y ahora él es “el rey de la casa”, aunque ya le digo yo que la reina manda más, jeje.

Las risas de mis niños son las que te ayudan a cargar fuerzas, ver que a pesar de todas las circunstancias ellos son felices te echa para adelante. Estanjanito se ha hecho mayor y nos cuida;  me dice: “te quiero” y te hace sentir bien. Y estanjanita está creciendo mucho, es muy lista y simpática. Todas las decisiones que hemos tomado hasta ahora han sido por ellos, no me arrepiento de ninguna pues hemos salido a mejorar nuestra situación en vez de quedarnos a esperar y quejarnos porqué sí. Tengo motivos para quejarme porqué cuando te equivocas tienes ese derecho, porqué cambiarías cosas, porqué mejorarías otras sabiendo lo que sabes ahora, pero ahora también soy más sabia, porqué me mueve la pasión por lo que hago, porqué cada paso que hago me enseña más, aunque sé que me seguiré equivocando, prefiero equivocarme a arrepentirme de no hacer nada.

Lo duro de esto es la hora del cierre, esperas que no entre nadie a última hora que te haga retrasar echar la llave (un día te contaré las mil y una aventuras que pueden pasar en un bar como el mío), voy cansada con ganas de sentarme y parar de pensar. Aunque con cerrar el bar no termina todo, barre y friega para el día siguiente, sube con los niños, recoge un poco, incluso pongo alguna lavadora rápida para no quedarnos sin ropa, aunque después de la secadora se acumulará en las montañas de ropa para planchar, esperando un rato muerto para que bajen un poco. Ah! Y falta hablar de Pelota, nuestra perra, cuando los niños duermen o están a punto de caer, la bajo al patio para que se despeje, es nuestro momento, las dos solas en la noche respirando aire limpio y oyendo el silencio de las estrellas, es nuestro momento de respirar. Aunque ambas pendientes de los ruidos de la casa por si algún niño nos reclama.

De vuelta, me meto en la cama y miro a mis hijos, pienso en que es un esfuerzo todo esto, en que estamos sobreviviendo y en que podemos disfrutarles a pesar de todo, así, que vale la pena seguir  levantándome todos los días pese al cansancio que llevo acumulado y pese a lo mucho que echo de menos a mi marido. Cariño te esperamos impacientes para abrazarnos mucho

Acerca de estanjana

Soy estanjana, mama de un niño de 9 años (estanjanito), de una niña de 4 (estanjanita), trabajaba como arquitecto técnico (ahora hago de mucho pero me he especializado en diseño de cocinas), y estoy rejuntada con estanjano (compañero incansable de viaje). Catalana de nacimiento y cántabra de adopción. Me gusta viajar, leer, la fotografía, el cine, internet, soy asidua de foros, facebook, twitter y por supuesto de los blogs Ver todas las entradas de estanjana

8 respuesta a «Cuando papá no está»

  • mamapuede

    Espero que todo este esfuerzo te de frutos.
    Tiene que ser muy duro llevar la casa y a los niños sola, pero encima con un bar… yo lo vería imposible, así que te admiro! De verdad.
    Mucho ánimo

    Me gusta

  • Montsar

    Muchos ánimos!!! y ten la esperanza de que esta situación será temporal!!! Vivimos tiempos díficiles en que, como tu dices, parece que se sobrevive, y debe ser muy duro ese día a día que cuentas,. Pero tienes las suerte de tener una familia maravillosa !!!

    Me gusta

  • Segundos Pasos

    seguro que todo esto tiene su recompensa! muchísimo ánimo! estáis haciendo lo que pensáis que es mejor para vuestra familia y piensa que es temporal! un abrazo

    Me gusta

  • matronaonline

    Te admiro. Eres toda una luchadora y estoy convencidísima de que todo esfuerzo tiene su recompensa. Ánimo!!!

    Me gusta

  • estanjana

    Muchas gracias a todas, no sabéis lo bien que me van vuestros ánimos!!!

    Me gusta

  • Martuka

    Estan!!! madre mía, tienes que estar agotada, yo llevo sola dos años y medio, primero con los dos y ahora con los tres y también con mi perra. Para mi es imposible trabajar, con cuidarlos a los tres ya voy servida, encima no tengo a nadie que me eche una mano. Con el bar debes de estar…..
    Pero todo tiene su recompensa y piensa que son épocas, la mía por fin se acaba, me cambio de ciudad, el año pasado era impensable por que no nos lo podíamos permitir, pero este se nos ha abierto una ventana.
    Un beso muy fuerte que eres una campeona.

    Me gusta

    • estanjana

      Con tres eres una campeona! Y ya es un gran trabajo. Han sido tres semanas complicadas pero estanjano ya está aquí, aunque le veo menos que cuando estaba fuera! Jeje. Trabajo llama a trabajo y va encontrando cositas que nos ayudan a tirar un poco más porque el bar no funciona.
      Me alegro que podáis cambiaros si es lo que queríais.
      Me encanta saber de ti. Un beso!

      Me gusta

  • Tamara

    Acabo de descubrir tu blog y te aseguro que te has ganado a una fiel seguidora. He tenido un bar y se el trabajo que es y ahora que estoy embarazada me pongo en tú situación y no se como das para tanto. Solo puedo darte mucha fuerza y ánimo. Eres una luchadora como la copa de un pino.
    Tamara

    Me gusta

Estanjanucos