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Mi parto de estanjanita

Empiezo este post casi 24 horas después de que estanjanita anunciara que estaba a punto para nacer.
Son las 00:30, estamos en el hospital y después de la entrada de las enfermeras no puedo dormirme de nuevo. Ha sido un gran día y las imágenes no paran de retornar a mi mente.

Aquí me veo obligada a advertiros que va a ser la historia contada con pelos y señales pues ahora que está fresco no quiero perder detalle.

Todo empezó domingo de madrugada. Ya el sábado nos fuimos a dormir con la idea/broma que nacería estanjanita, pues hacía malísimo, con lluvia y viento después de una semanuca agradable. Estanjano al meterse en la cama me preguntó en broma si ya tenía contracciones. Aún no sabíamos lo que nos deparaba el futuro de las próximas horas…

Sobre las 00:45 noté una contracción, no era como las de regla flojitas de días anteriores, era más fuerte pero totalmente manejable. Me moví un poco y noté la braguita mojada. Fui al baño y confirmé que había roto la bolsa. Me cambié y se lo comenté a estanjano (el cual dice no acordarse de ese hecho)
«Bueno» pensé, pues vamos a la pelota a aguantar las contracciones. Me puse mi música de parto y me puse a planchar y después terminé con alguna cosilla que faltaba por poner en las maletitas entre contracción y contracción. Alguna la pase semidesnuda agarrada en el lavabo parano tener que cambiarme tanto de bragas pues en cada contracción salía líquido amniótico.

Las contracciones iban aumentando en dolor y duración y se hacían casi regulares, a las 2:50 empecé a prepararme para marchar pero no muy segura de haber dilatado suficiente. Me metí en la ducha. Ahí las contracciones se intensificaron un poco pero me alegré de la caìda del agua por la espalda. Al salir dije a estanjano que empezara a preparase, que nos íbamos al hospital. Así que se levantó para arreglarse y despertó a estanjanito para llevarle a casa de mis cuñados.  Yo con el jersei del pijama y las bragas iba a empezar a vestirme. De golpe, eran sobre las 3:15, las contracciones se juntaron, pasando de tres a un minuto y a ser más fuertes. Yo empujaba la pared mientras hacía ruidos al respirar «aaaeeeiuuuu», bajé a empujar la cama y me vi en la alfombra de rodillas. Estanjano ya vestido me dijo que me vistiera, pero yo era incapaz de sentarme en la cama, con los calcetines aún en la mano, volví a ponerme de rodillas en la alfombra. Estanjano volvió a la habitación llamando a su hermano y le dije que se viniese a por estanjanito(al que puso dibujos para que no se asustara por mis gritos), que no daba tiempo.

Noté una presión muy fuerte y me vino la imagen de una cabeza apretando.

Estanjana: «Llama al 112!!! Que noto la cabeza!!!»

Estanjano: «Como voy a llamar!!» no se creía lo que le decía pero llamó para que vinieran. «Me han dicho que te tumbes en la cama y no aprietes»

Estanjana: «si los cojones»

Intenté no apretar durante las siguientes dos contracciones. Mientras me bajaba las bragas hasta las rodillas y gritaba:
«trae toallas!!» estanjano estaba tan nervioso que no sabía ni donde estaban. Puse una pequeña debajo para evitar golpe si no podíamos cogerla.

Estanjana: «Ya esta la cabeza aquí. Tendrás que cogerla tu»

Estanjano se agachó detrás de mi y en ese momento se creyó lo que le decía pues vió la cabeza asomar. Cogió una toalla grande y puso las manos. En otro pujo su hija cayó en sus brazos y me la dió después de moverla un poco porque la niña no lloraba. Y no lloró, como hizo su hermano al nacer, estanjanita hacía ruiditos y se movía. Yo sabía que estaba bien y estanjano fue a llamar de nuevo al 112 para avisarles. En los 12 minutos que tardó en llegar la ambulancia. Yo había dado a luz a mi hija, entre gritos y dolor (no dolor desagradable). Siendo la directora, sabiendo lo que estaba pasando, dueña de mi cuerpo y con estanjano como mi único compañero, el matrón, el que cogió a su hija y me la dió.

Fue un momento mágico, feliz e inimaginable. Estanjano hizo pasar a estanjanito un momento para que viera a su hermana.

Estanjanito: «tiene una cosa roja en la cabeza»

Estanjano y yo aún comentamos los detalles de aquella madrugada y aún no sabemos si todo fue cierto aunque miremos a nuestra preciosa hija. Somos afortunados de lo vivido porque nosotros trajimos al mundo a nuestra pequeña.

Lo que viene después lo dejo para otro día…


Dilatación y parto ¡nosotras podemos!

Soy muy pesada con las clases preparto, el parto y la dilatación, pero es algo que me hace sentir bien cuando asisto. Ya he dicho que muchas clases las terminamos haciendo la matrona y yo, porqué no me sé callar. Y es que ella, a veces, busca la implicación de las chicas pero todas callan y me mira, y claro, una no sabe callarse con esas cosas. Hoy os voy a contar muchas cosas que pone ella de ejemplo con las que yo he ido aprendiendo a lo largo de estos cinco años de maternidad. Hablaré del proceso de dilatación, del parto, el instinto y el cambio de la sociedad al respecto del parto.

Una de las cosas que hay que tener presente cuando vas a dar a luz es que todas podemos hacerlo, nuestro cuerpo está preparado para ello. Es cómo tener la regla. Y me recuerda a alguna conversación con chicas que buscaban quedarse embarazadas y muchas en algun momento pensaron que no eran capaces de quedarse, cuando ya sabemos que el porcentaje de las que no pueden es bajo, pero a todas se les pasó por la cabeza.

La sociedad nos ha hecho pensar en que somos unas inútiles como mujeres, hemos pasado de ayudarnos unas a otras en el momento del parto, la lactancia y la maternidad, a ser islas que piensan que son incapaces de todo aquello por las que nuestro cuerpo está pensado (igual que disfrutar de un buen orgasmo porqué nuestro cuerpo está pensado para ello).

Se ha pasado de parir en casa al hospital, de forma tan extrema, que se ha pasado de dar a luz a que te saquen al niño. Los humanos somos así de extremistas, cualquier avance lo avanzamos tanto que nos anulamos. El hospital dió muchas esperanzas de vida a bebés y mujeres que hubiesen muerto, igual que la cesárea, que fue una gran solución para problemas a la hora de parir. Y hemos pasado de un gran invento o instrumento que ayudaba en casos puntuales a que se llegaran a tasas increíbles de cesáreas e instrumentalización de los partos porque de golpe las mujeres se habían vuelto «inútiles» para dar a luz.

Se ha pasado de dejar que la mujer fuera la protagonista, con su instinto animal (que muchas veces no hay que enjaular) de irse a un rincón de la selva para dar a luz en intimidad, o de dar a luz en la posición más conveniente para ella, a tumbar a la mujer totalmente para que el ginecólogo pudiera sentarse comodamente para ver la vagina. Por suerte, hay ginecólogos como Michel Odent, que tras ser de los primeros en usar la cesárea también fue de los primeros en volver la vista atrás (en el vídeo del post anterior podéis verlo)

Actualmente, volvemos a cambiar, no se trata de evitar los avances si no de aplicarlos de forma adecuada. He visto vídeos y vídeos de partos naturales, donde es la mujer la que lleva el parto, tanto en casa como en hospital, y es la matrona la que se agacha a coger al niño, la que acompaña o se pone en la postura que pueda para que la mujer de a luz de la mejor forma posible (y ni un niño se ha caído al suelo, lo digo por si acaso). Son partos no muy largos, llenos de dolor y alegría, porque ese dolor es el que lleva a la mujer a empujar, porque es el que les dice como colocarse y empujar. Es un momento, un dolor llevadero que se olvida fácilmente gracias a la oxcitocina que se genera en el cuerpo (eso dicen la mayoría de las mujeres que han dado a luz de forma natural, no me lo invento yo), no es un dolor que asusta, que no lleva a ninguna parte, es un dolor que ayuda a que el bebé salga feliz de la madre y que los dos se amen en el mismo momento para la subsistencia de ambos.

Durante la dilatación no penséis en el dolor, poneros música, relajaos, bailad, limpiad los cristales (eso lo dice mi matrona) porqué os distraeréis, porqué os dolerá menos, porqué os estiraréis y eso ayuda a que el bebé descienda más fácilmente. No corráis al hospital (a no ser que haya rotura de aguas sucias, o alguna contraindicación que os haya dicho vuestro médico) dilatad en casa, en intimidad y con instinto, moveros en libertad y como os pida vuestro cuerpo, es momento de escucharlo. Si a la primera contracción os váis al hospital pueden pasar varias cosas, se os pararán las contracciones porque de golpe el instinto se ha parado (es el instinto animal que ha oído un ruido en el bosque y hace que se para el parto para que la mujer se busque un sitio más seguro), os dirán que no estáis de parto porqué todavía no son las contracciones de parto o no son regulares, o os mandarán a casa porqué no llegáis a los 3 cms de dilatación y no se hacen admisiones por debajo de esos cms. Mejor en casa, con tranquilidad y escuchandoos! Porqué todas podemos!

Chicas que váis a parir, no tengáis miedo al dolor, no tengáis miedo a no poder, las mujeres podemos porque nuestro cuerpo está preparado, porqué es nuestro instinto, porque todo conduce a tener a nuestro bebé en nuestros brazos y porque somos las protagonistas. Algunas no podrán entre contracción y contracción y pedirán epidural, otras terminarán por cesárea, pero por lo menos probadlo, intentadlo hasta que no podáis más porqué hay muchas formas de dar a luz pero es bueno sentir que hicimos todo lo que pudimos.

(os recomiendo otros posts míos al respecto del parto, o a leer mi parto, porque yo di a luz con epidural pero sé lo que me ayudó el instinto en el proceso de dilatación previo)